casi siempre he estado llevando mi vida entre los límites del quiero, del puedo y del debo, estableciendo ciertas prioridades, más o menos variables siempre dentro de unos parámetros.
y aquí vine con las cosas más claras que nunca, prioridades definidas y bien jerarquizadas. y entonces por qué tanta duda? claro que siempre intento abarcar todo, y casi siempre lo consigo a fuerza de dormir menos o apurar más. pero cuándo se sabe que se ha llegado al punto en el que ya es imposible tener todo y hay que decidirse? desistir de algo es una sensación de alivio o de decepción?
martes, 11 de diciembre de 2007
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