viernes, 5 de marzo de 2010

un viaje de olores

si hay una cosa diferente por aquí, son los olores. en tipo, variedad, e intensidad.

sean buenos, o malos, son siempre fuertes. vas andando por la calle y pasas de olor a humo, a basura, cosas podridas, a jardin, fruta, comida, a tierra, a meado, agua estancada, sudor, colonia, a lluvia, a bollos recien hechos...

y por el campo la misma variedad, pero más agradable, pasando de olor de unas plantas a otras... y muchos de esos olores son nuevos, o en combinaciones a las que no estamos acostumbrados (vease los bosques de eucalipto de swazilandia) y que pueden llevarte lo lejos que quieras si te dejas.

y fue el olor precisamente lo que me hizo darme cuenta de que estaba en áfrica. el de esta flor en concreto. una amiga nos habló de ella una noche, y al día siguiente según salí de casa y comencé a bajar por la av. eduardo mondlane, vi unas cuantas por el suelo, recién caídas de un arbol, como si fuese una señal. cogí una para llevársela a esta amiga, la olí casi por inercia, y fue como si oliese a todo aquello que nunca antes había olido...

era justo al principio, cuando todo parecía todavía tan cuesta arriba, cuando aun no entendía ni por qué, ni cómo, ni cuánto. y fue como en esas películas que son parte en blanco y negro y por algun motivo empieza a volverse de color, o sale el sol y todo empieza a brillar con luz propia... de pronto en vez de gris, suciedad, coches, etc, empecé a ver verde, los árboles más bonitos que había visto, allí entre todo ese caos. flores preciosas, plantas sorprendentes en cualquier hueco. ya no era "gente", eran personas, cada una con su vida y su historia, haciendo sus cosas. ya no eran calles o aceras rotas, sino arena de playa ganandole terreno al cemento, la tierra mezclándose con la ciudad. y el sol picando en los brazos, a pesar de ser sólo las 8 de la mañana...

así que miré a mi alrededor sonriendo y pensé "pues efectivamente estoy en áfrica..."

me prometí intentar al menos olerla una vez al día el tiempo que esté aquí. y ahora tengo un árbol de esos en la puerta de casa, así que todos los días recojo una o dos de las que se hayan caído y las pongo en la mesilla, por si alguna vez se me olvida dónde estoy, o de dónde he venido...


röyksopp - alpha male

1 comentario:

Uli dijo...

great illustration ana! thanks for providing us this sensitive insight into the world around you!